Esta semana fue noticia que dos escuelas públicas de Gdor. Virasoro sufrieron la falta de agua por la rotura de bombas de impulsión del líquido elemento, incluso que alumnos tuvieron que acarrear agua con baldes. Se trata de las Escuelas Normal y 325 del barrio Cesáreo Navajas.
En algunos Medios de comunicación se publicaron ambos casos como una falencia del estado provincial. Lo cierto es que estos inconvenientes deben ser solucionados por los directivos de cada institución sin magnificar el hecho o hacer política, como se desconfía en algunos sectores, con estos temas.
Consultamos con algunos docentes y en su mayoría coincidieron que es prácticamente imposible que cada institución de la provincia cuente con una bomba de repuesto, por ello ante un inconveniente, los directivos deben gestionar a la brevedad ante la superioridad o bien buscar una solución por parte de las Cooperadoras Escolares, esas mismas que a principio de cada ciclo lectivo cobra, y muy bien cobrado, una cuota de inscripción.
Las cooperadoras se encuentran reguladas por un estatuto con fuerza de Ley y los directivos solo deben ser asesores de las mismas, algo que muy pocas veces sucede.
Muchos se preguntan si es casualidad o causalidad que se rompieran ambas bombas al mismo tiempo. También hay quienes opinan que detrás hay manos políticas tratando de socavar a un gobierno provincial y tratar de llevar agua al molino de quien quiere ser candidato.
Hace pocos días funcionarios municipales, ente ellos la vice intendente, una Concejal muy ligada a la Escuela 325 y la madre del intendente se sacaban fotos con una placa por el aniversario de la misma, pero pareciera que en esta ocasión no había fondos para ayudar, si es que la cooperadora no los tiene.
Es más, el valor de una placa de aniversario supera ampliamente el valor de una bomba de agua con capacidad para dicha institución. Incluso el valor de algunos gastos que hace el municipio por impericia en el cuidado de algunos bienes, como ser el arreglo de un automóvil a un costo millonario y hecho por un familiar de la vice intendente, alcanzaría para comprar unas 30 bombas como mínimo.
En el caso de la Escuela Normal también la cooperadora, mucho más capitalizada que la de la Escuela del barrio Cesáreo Navajas, podría hacerse cargo con holgura y no interrumpir las clases con el problema que conlleva esto en nuestros niños y adolescentes.
En tanto hay instituciones educativas públicas que pueden dar el ejemplo, hace pocos días pudimos observar como hay escuelas en buen estado y que funcionan de maravillas, pero será tema para otra Nota.