Imposible lograrlo y prolongarlo desde lo individual… Realmente creo que todavía los Virasoreños no hemos recobrado la magnitud de su figura, Empresario, y Persona, única e incomparable, en su sentido de pertenencia, por nuestra comunidad…
Y es hasta normal que nos pase eso, el Parir, de nuestro pueblo, los primeros Pasos de nuestro Virasoro, fue llevado, de las manos de un Papá tremendamente, Ejecutivo, Comprometido, dedicado, desvelado, y hasta, peleando en cuanto frente existiera, por ese Hijo, que necesitaba abrir, Caminos, huellas, senderos, picadas, rumbos, Educarse, (eje principal de su desvelo) para comenzar a emerger, dentro de un territorio, tremendamente, conservador…
Caminas nuestro, pueblo, es como cuando recorremos el patio de la casa de nuestros Padres, en todo está la impronta de los mismos; Recorres nuestras calles y en todo está su impronta, sus recuerdo en los docentes, pioneros, en el Sacerdote Pionero, en los trabajadores pioneros, en los deportistas pioneros, en los Chamameseros Pioneros…
De allí que lo extraordinario y único, pasa a ser normal, nos pasa con nuestros órganos, nuestras vistas, que no daría un ciego por ver simplemente, Cuantas localidades, ciudades, provincias y País, soñarían, por haber, tenido, un Don Adolfo Navajas…
Ahora, está en nosotros, tomar su legado, cuál brújula, mirando solo los que nos une, y tomar de las manos a esos nietos y bisnietos, de nuestro amado Virasoro, y hacer que vuelan a caminar, con un ritmo seguro, pero por sobretodo en el sendero, de la educación, orden, disciplina, amor y compromiso, de todos…